Algunas veces creen que los que son hermanos mayores de otros tantos piensan que están celosos de los recién llegados a su hogar. Otros más piensan que le tienen envidia a su hermano más pequeño por uno o varios años de edad.
La realidad es otra.
No son celos.
No es envidia.
Ni mucho menos algún sentimiento negativo o extremista que los padres suelen creer que tienen los mayores hacía las nuevas criaturas nobles.
Es confusión.
Es duda, es incertidumbre.
En pocas palabras...
Es miedo.
No es nada de esas tonterías que los padres comienzan a sospechar paranoícamente, ni nada de esas estúpidas creencias que les restriegan día con día en la cara a aquel hermano mayor o que ventilan cada vez que pueden sus miedos y dudas -erradas- a los cuatro vientos o a cuanta persona se les cruza en el camino.
"No le hagas caso, está celoso."
Tonterías.
Sí al menos se tomarán unos minutos de su tiempo y le preguntarán a ese hermano mayor -sea la edad que tenga- Les aseguro que lo último que dirán es "Le tengo envidia" o "lo odio" No; lo primero que ese ser humano les dirá será:
"¿Acaso ya no me quieren mamá y papá?"
¿Qué le responderán?
Obviamente tienen los padres tres opciones: la primera -y la más común de todas.- Es llamarle la atención y decirle que no piense en esas cosas, que de donde demonios saca esas preguntas, que ustedes aún le quieren. La segunda ignorar la pregunta de aquella persona y hacer como que nada pasó. Y la tercera la más escasa pero no la menos importante es que a ambos -o dependiendo el número de familiares.- se les quiere por igual.
Pero... ¡Oh sorpresa! Aquel ser humano es más listo que ustedes y les refutará con otra pregunta, quizás un poco más difícil que la primera.
"Entonces...¿Porque le prestas más atención? ¿Porque lo quieres más?"
Y como es debido la respuesta por la parte paterna será "Porque es más pequeño que tú, necesita cuidados..." Y bla bla bla~. La mayoría de esas respuestas serán molestas y ofendidas, ya que se preguntarán como su hijo osa hacer ese tipo de cuestionamientos, otras serán como cualquier respuesta dada a cualquier persona; y otras tantas serán respondidas con cuidado.
Pero, como es característico de los padres es que jamás -o muy pocas veces.- comprenden el tipo de pregunta que su hijo les acaba de hacer. No son preguntas de hijos "celosos" o de hijos resentidos con los padres o con el nuevo integrante que acaba de llegar.
No.
Son preguntas de hijos que ven un cambio drástico y confuso en su vida diaria. En sus padres. En su entorno.En todo, son preguntas de hijos que siendo el centro de atención de papá o mamá son desplazados cruelmente sin explicación alguna. Omitiendo claro a aquellas familias "perfectas" en donde lo antes mencionado no pasa.
Son preguntas basadas en fundamentos: desplazamientos, regaños innesesarios, responsabilidades adelantadas, muestras de cariño cada vez menos frecuentes, más regaños, menos detalles con ellos, más muestras de cariño, atención e importancia al nuevo miembro. Más preocupación por el nuevo. Menos atención al mayor. Inclusive se puede mencionar que olvidan al hijo anterior.
Situaciones como esas. Actitudes parecidas.
Todo eso es lo que fundamentan las preguntas de los hermanos mayores.
Algunas de esas están hechas con inocencia ya que el mayor aun es un capullo.
Otras son hechas como comentarios al aire o bromas, por que el mayor comienza a darse cuenta de ello y a crecer.
Unas cuantas solo son comentarios sarcásticos, llamadas de atención de cualquier forma -problemas, pleitos, gritos, triunfos, conductas buenas.- o simplemente votos de silencio porque ese hijo ya es un adolescente.
Y unas más, pero las que tal vez hieren más a los padres, son aquellas que están hechas directas y concretas. Sin pelos en la lengua, como dirían las abuelas. Aquellas que son conocidas como "reclamaciones" y que sobre todo son dichas en el momento, lugar y sobre todo frente a los progenitores.
No lo hacen con el afán de herir. Al menos no en la mayoría de las ocasiones. Creo que son una de las últimas cosas que quieren hacer. Y son una de las primeras que logran.
Ellos solo quieren que ustedes los padres sepan como se sienten ellos.
Qué se pongan en su lugar. Qué imaginen la duda y confusión que cargan día con día, o que al menos traten de recordarla, si es que ellos fueron en su pasado el hermano mayor.
Que traten de pensar como ellos, con su forma joven y novata de pensar. Con dudas estúpidas -o no- que los agobian sin cesar. Qué sientan como su vida cambio tan abruptamente de un día para otro sin darles la oportunidad de digerirlo.
¿Qué como sé eso?
Bueno, es que yo soy un hermano mayor, que pasa eso día con día y que le ruega a la vida que sus padres se tomen el tiempo de pensar en eso.
O en el más mínimo e improbable de los casos...
Qué lean esto.
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