27 de mayo de 2012

Paciencia



Día tras día, esperando en aquel parque estoy; solo, sin compañía solo yo y mis pensamientos.

¿Recuerdas la promesa que nos hicimos?

Lo sé fue hace tanto tiempo que creo que la has olvidado...

"Todos los días vendré a este parque, esperaré por ti, cuando ya nada nos pueda separar..."

Eso lo dije, hace cuatro años. Si, lo sé, es patético, esperar cuatro años a una persona que no sé si aun se acuerde de esa pequeña conversación que tuvimos aquí mismo, en esta banca e la que ahora estoy sentando.

¿Recuerdas las palabras que te dije?

¿Mi voz al pronunciar aquella frase?

Tan solo... ¿Recuerdas mis facciones al decirlo?

¿La esperanza, la fe, el temor?

Puede que si, puede que no. La mente humana es tan compleja y convenenciera cuando quiere... Día tras día, semana tras semana, mes tras mes; año tras año... Y aun me es increíble que después de cuatro años sigo esperándote con las mismas esperanzas, con los mismos anhelos y las mismas añoranzas que tuve desde el primer día.

Veo pasar a la gente, muchas caminando con prisa ya que su itinerario se ha visto modificado o algo retrasado por x o y razón. Otras tantas caminan tranquilas disfrutando de la música que llevan en los audífonos o disfrutan tranquilamente del clima. Yo por mi parte estoy cayendo en cuenta que; después de cuatro años de espera, es momento de cerrar este ciclo ¿No crees? Sé que dije "Te esperare cuando ya nada pueda separarnos" Pero... ¿Acaso el tiempo no lo está haciendo? ¿Ni mi propia rutina? Es momento de que tome una decisión; sé que no quiero aceptar la realidad y zafarme de este pequeño lazo que aun me tiene atado a ti; pero si no lo hago...Mi vida, mi realidad inclusive mi propia existencia ya no tendría sentido y solo esperaría por ti.

¿Acaso no merezco vivir?

¿Disfrutar? ¿Sentir? ¿Amar?

Te amo, lo sé. Pero todo tiene un limite, inclusive en el amor existen los limites.

Alzo la mirada al cielo oscuro. Oh, al parecer una fuerte lluvia viene en camino; suspiró; bajo la cabeza y miro con mucho interés mi zapatos. Creo que es momento de decir adiós, de cerrar el circulo de dejar de llorar y dejar que aquel pequeño pedazo de corazón que robaste; te lo quedes. Porque en cualquier momento todos morimos.... Es por eso que debo de continuar. ¿Acaso tu no lo has hecho ya? Siento como el viento intranquilo y frió juega con mis cabellos negros; suspiro una vez más, estoy indeciso pero sé que es la mejor opción lo que estoy apunto de hacer. Me duele en el alma, pero; si no sigo, si sigo esperando....

La paciencia jamás fue una de mis virtudes.

Y más sin embargo, logre esperarte cuatro largos y tortuosos años.

¿Eso es un progreso no? El esperarte cuatro años...

Desde un principio sabias que estaría en esta banca, en este parque por un tiempo; jamás te di una fecha limite, pero sabías que estaría aquí. Bien, mi paciencia se termino.
Sentí como las gotas de lluvia caían una por una observando como poco a poco el suelo comenzaba a humedecerse por ellas. Me levanté de la banca y camine al café más cercano, había tomado la decisión; dolerá lo sé, pero es mejor para ambos.

Salgo del pequeño establecimiento, con los cafés en mi mano, regreso a la misma banca y caigo en cuenta de que la lluvia ha parado por un rato. Me siento en aquella banca y me tomo con parsimonia el café; observo por ultima vez el verde paisaje, siento por ultima vez aquella tranquila y apaciguadora atmósfera... En cierto modo extrañaré este lugar, porque aquí me sentía esperanzado, feliz y hasta cierto punto tranquilo. Pero como todo ha cambiado, ya no pudo frecuentar este lugar.

Dejo que pasen las horas y degusto mi bebida con tranquilidad, cuando el cielo se vuelve a tornar oscuro; suspiro, tomo un bolígrafo de mi chaqueta y escribo en el recipiente del café unas palabras rápidas.

Guardo mi bolígrafo, tomo mi bebida y me pongo de pie.

-Es momento de decir adiós- murmuró mirando la banca.

La lluvia de nuevo cae, y está vez evito correr como el resto de la gente que es sorprendida por ella. Al contrario, camino con tranquilidad y siento como poco a poco alejándome de aquel parque me libero de un gran peso y dejo atrás una enorme añoranza de mi vida.


Te espere por mucho tiempo; es momento de que yo siga con mi vida y tú con la tuya, deseo seas feliz; vive, ríe y ama. Estaré bien, Te amé.

Fue lo que escribí en el café.

Espero al menos puedas tener la oportunidad de leerlo.




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