Mi Principito no es de este mundo.
Mi Principito no sabe lo que es una torta.
No conoce lo que es una maruchan.
Vaya pues, mi Principito está educado de una forma muy anticuada.
Algunos considerarán que mi Principito no existe.
Pero para mi es mucho más real, que los rayos del Sol.
Otros dicen que abandone a mi Principito...
Pero, ¿Cómo abandonarlo? ¿Con esa carita?
¿Con esos ojitos? Cómo dejar, ¿Aquella cantarina risa?
¿Esos ojos sinceros? ¿Esa aura inocente?
Muchos creen que solo es fantasía... Misterio y obsesión.
Yo digo que es amor. Yo digo que es cariño y protección.
Mi Principito es extraño... ¡Único en su clase!
Nadie puede superarlo y nadie puede igualarlo.
Algunos dicen que es Rey, otros que es Príncipe...
Un duque o quizás el mismísimo Lucifer o Dios.
Pero... Sí me preguntas a mi...
Sí me pides opinión...
Para mí... Él... Simplemente...
Es un Principito.
Tierno, dulce, enamorado.
Amable, caballeroso, tímido.
Inocente, divertido y protector. Es cómo aquellas cosas...
Qué no se pueden ver con los ojos,
pero sí con el corazón.
Mi Principito es amor.
Mi Principito es color.
Mi Principito es razón.
Dirás "Solo es obsesión"
Pero, ¿Qué es para ti el amor?
Sí, tal vez obsesión.
Pero para mi... Es una bella emoción, una preciosa sensación.
Mi Principito no es de este mundo.
No sabe lo que era comer con los dedos.
No sabía que era aquello. Ni lo otro.
Mi Principito, tenía modales distintos a los míos...
Pero ese Principito, se enamoró de una Plebeya...
Qué le entregó su corazón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario