18 de enero de 2014

Recordándote



Cómo pasa el tiempo, ¿No? Pasa de una forma sumamente extraña... Pero a la vez, fascinante. Eso es lo interesante del tiempo, que algunas ocasiones no sabes sí pasa o sí en otras no sabes exactamente cuánto tiempo ha sido ya.

Afortunadamente o desafortunadamente; yo he tenido en claro todo este tiempo que ha pasado, lo he contado sin querer. Se volvió ya un ritual, un ritual que realizo cada año. Cada fecha especial. Sé que por un lado es algo masoquista, el recordar con precisión esta fecha... Pero ya se ha vuelto  una costumbre... Un ritual, que no deseo dejar de hacer; y menos sí es por ti. Pero, por otro sé que estarías feliz que, a pesar del gran tiempo que ha pasado ya; aun te sigo recordando, con el mismo cariño; con la misma intensidad.... Y con la misma tristeza. Lo sé, no quieres que me ponga así... Pero... ¿Cómo decirlo? Es inevitable.


Pocas personas... Comprenderán el dolor que tengo ahora. Y aunque para ser sincera; no lo sentirán en la misma forma y medida. Sé que al menos habrá uno por ahí; uno de tantos que sabrá, lo que en verdad quiero decir con estás palabras humildemente dedicadas a ti. Porque sé; que al menos alguien, alguien en este mundo... Habrá perdido a un ser tan querido y amado, cómo lo eras tú para mi.

El recuerde de tenerte a mi lado, mientras hacía mis tareas; el recuerdo de verte acostada disfrutando de un siesta, el recuerdo de escucharte..... ¡El recuerdo de las travesuras! Son millones de recuerdos... Qué, ya no puedo evitarlo. Las lágrimas están saliendo. Mi rostro está cubierto por ellas. Pero es que... En verdad es tan doloroso recordarte así: Viva, feliz, tranquila, disfrutando... E instantáneamente el otro lado de la moneda. La forma en la que moriste. Cómo sufriste; el dolor que tenías, las penas que te acongojaron... Tus quejidos, lloriqueo y gemidos de dolor por la noche...

Son recuerdos tan contradictorios, que algunas veces termino con dolores de cabeza. Y cómo lo dije arriba, es masoquismo de mi parte el recordarte y tener presente todo eso que te pasó.  Pero claro, eso está porque te acompañé hasta el último momento de tu vida, hasta el último aliento, hasta el último latido de tu corazón, porque estuve ahí, contigo... Acompañándote en tu dolor, cuidándote, dándote todo eso que ya no podías tomar por ti misma... Te acompañé incluso para tu entierro.


Es doloroso perder a alguien. Más sí es un familiar, un ser querido o un Ser humano. Pero para mi... Para mi es tan doloroso el haberla perdido. Muchos quizás a estás alturas reirán de mi. Les daré pena o lástima. Total. No importa. Hoy, hoy estoy de luto.

Para mi fue tan doloroso, perder a la única criatura en el mundo que me comprendía. Fue tan doloroso perder a mi compañía que tuve desde que nací... Fue doloroso perder a mi hermosa y bella mascota, aquella que me acompañó por mucho tiempo, aquella que estuvo ahí; aquella con la que luego solía pelear... Fue un dolor muy grande. y más grande, la forma tan atroz, dolorosa y nada digna de ella de morir. Porque algunas personas, mascotas; seres amados o lo que sea... ¿Se van de una forma que no merecían? ¿Porque muchos no comprenden esos dolores?

Para mi realmente es muy doloroso. El recordarla, el saber que ella alguna vez estuvo conmigo y ya no más lo estará. Para mi es doloroso y horrible recordar sus últimos días, por más que traté de olvidarle, serán cosas que se grabaron a fuego en mi mente y con cincel por la eternidad. Es algo que por más que trate de saber sobrellevar, las emociones y los sentimientos siempre interrumpirán y me harán recordar la angustia, el dolor, la desesperación, el miedo y el terror que tuve todos esos días hasta que ella se fue.



Hoy, exactamente, han sido ya; seis año de tu partida. Seis años en los que ya no estás más conmigo, donde yo estoy ahora sola por las tardes. Donde ya no escucho tus ladridos, ya no tengo tu presencia, donde... Ya no tengo a quien abrazar, a quien mal criar, a quien mimar. A pesar de que, soy acompañada por otras dos bellas criaturas... No se comparan en nada a ti.. Nadie ni nada podrá reemplazarte. Y sé que este es un pensamiento muy infantil para la edad que tengo, pero tengo aún la esperanza, la creencia de que... Tú me estarás cuidando desde donde quiera que estés, que estás observándome y esperando en definitiva mi llegada a ti. Y sí no es así, al menos espero que ahora estés en un nuevo hogar, con nuevas personas, o con una nueva y mucho mejor vida. Ya son seis años de recordarte, de tener este rito contigo, seis años en los que, aun duele tu ausencia.

Ojala alguien logrará comprender el inmenso dolor que tengo. Aunque la verdad no espero demasiado. Solo estoy expresando de una forma distinta en estos seis años, el dolor que me acongoja.


Espero de todo corazón, estés en un mejor lugar, tengas una mejor existencia y que, en definitiva, no estés sufriendo cómo lo hiciste en tus últimos días. Tomamos caminos diferentes, eso en definitiva. No pude seguirte, por más que lo desee en ese entonces, no pude hacerlo. Tenía que dejarte ir, tenías que dejarme seguir... Pero te aseguro, que en un futuro, tú y yo, volveremos a estar juntas.
O al menos, sabremos que estamos bien. Solo que... Por ahora, mi niña, no se puede. Debo de seguir aquí, haciendo millones de cosas. En un futuro podré quizás de nuevo reunirme contigo, pero para eso, deberemos de esperar un poco más.

Así que, por favor... Te pido desde el fondo de mi corazón...


Espérame. Que un día, iré por ti.

Te quiero.


Adiós. 


10 de enero de 2014

Game Over



Me caen tan mal ese tipo de personas.

Todo tipo de personas me desagradan, más las que son cómo ese tipo de personas. Las detesto, en verdad.

Soy un chico tranquilo, en verdad que lo soy; vivo la vida cómo se tiene que vivir, como cualquier persona tengo altos y tengo bajos, como cualquier otra persona vivo feliz y tengo algunas tristezas, me desempeño bien en mis ámbitos y por demás cuestiones a´si, soy creo yo; una persona tan ordinaria que, entro dentro del parámetro de lo normal y estándar que puedo asegurar que me convierto en algo aburrido.

Bueno, el motivo de mis líneas es sencillo, pero a la vez tan perjudicial...

Jamás en mi vida había odiado a nadie. No había tenido la oportunidad de experimentar un sentimiento así, jamás; y, aunque tú lector no me creas, es la simple y sencilla verdad. Jamás en mi vida había conocido el odio. El verdadero odio. Sí, lo admito y lo digo con cinismo, llegué a mencionar esas palabras "Te odio" las llegué a pensar e  incluso llegué a creer que en verdad sentía este pútrido sentimiento. Pero no era verdad, nada de lo que llegué a sentir se comparaba con este sentimiento actual.

Me han caído mal las personas, sí.
Las he llegado a detestar, también.
Me han cansado, igual, pero ¿A quién no?

Pero jamás llegué a odiar. Hasta que la conocí.


¡Es tan sosa! ¡Es tan estúpida! Tan pedante, tan "yo, yo, yo" ¡EGOCENTRISTA DE MIERDA! Y no es que me esté que quejando de no ser yo el centro de atención; es lo que realmente menos deseo. Pero... Estoy tan fastidiado de ella. De sus actitudes, de sus comportamientos, de su estúpida máscara de mustia... De la hipocresía que maneja, y de lo victima... ¡Ah es lo que más odio! De lo víctima que puede llegar a ser.

Ella superó los límites de lo estúpido, lo negativo, lo manipular y lo chantajista; ella sin proponerselo y yo sin pensarlo, llegamos al punto en donde ninguno de los dos puede cruzar más de dos palabras cordiales. Supero lo que un ser humano puede llegar a soportar: Dolor, comunicación, cansancio; aburrimiento, abatimiento, enojo... Ella de verdad lo superó.

¿Cómo es que se esmeró tanto en que la odiara?
¿Cómo es que se esmeró tanto en que yo sintiera asco de hablar con ella?

En verdad, los seres humanos podemos ser tan despreciables. Qué me aterra.

Comenzamos cómo conocidos, nos tratamos y platicábamos tan bien... ¿¡Porque cambio!? Bueno, ara ser sincero a estas alturas me tiene sin cuidado. Después comenzamos a ser algo así cómo pseudoamigos, no eramos amigos, pero tampoco desconocidos. Ella me trataba bien y yo la trataba bien, pero porque en ese entonces ella me agradaba. Creí que quizás pude haberme topado con una persona igual de noble que yo. Pero cuán equivocado estaba.
Paso algún tiempo y yo, te brinde de forma más sincera y real mis sentimientos, mis emociones y mi amistad. Lo hice, y no lo hice con miedo, como lo externaste tú. Y así fue cómo yo, de una manera tan idiota firmo el contrato que tú me extendiste dela manera más hipócrita que pude haber conocido.

Fue ahí que comenzaron los problemas.

Sé que todos tenemos problemas, ¡Lo sé! No soy el pequeño niño de seis años que aún cree en Papá Noel. Ahora soy un hombre de veinticinco años, que sabe perfectamente que pasa contigo, mujer de veintiséis. Sé que todos en algún momento queremos ser escuchados, que queremos tener un poco de atención, sentirnos importantes, queridos por alguien... Lo sé perfectamente. Peor no crees que todo tiene un límite, ¿No lo crees? 

Dime, sé que estás leyendo esto; ¿No te aburres de ser así? ¿De quejarte todo el tiempo? ¿No te aburres de tu PATÉTICA vida? ¿No te cansas de que todos, te tengan LÁSTIMA? Ah, vaya, vaya... ¿Qué son esas lágrimas? ¿No te habías dado cuenta? Todos en la vida, las personas que te conocen te tienen lástima, inclusive yo, y ese es uno de los peores sentimientos que un ser humano puede tenerle a otro; además de la indiferencia. ¿Y sabes que es lo mejor? Qué yo te profeso total lástima e indiferencia infinita. Responderé a tus preguntas mentales; las personas te tienen lástima porque TÚ los orillaste a eso; los obligaste a que te mirarán cómo lo que tu te miras: Una basura; algo que no sirve, algo que "la vida odia" Y así sucesivamente, nos encaminaste a todos por un camino por el cuál, no es agradable recorrer.

Pero uno se esmera... Se esmera en verdad, ignorar las acciones con las que nos orillaste a actuar... Pero.... Lamentablemente... ¡Todo tiene un fin!

¡Un Game Over!

Oh vaya... he cometido un error muy grave... ¿Cómo fue que esta entrada se convirtió en algo tan directo para ti? Jajajaja, Casualidades de la vida, ¿No? Primero comienzo dirigiéndome a una población en general... y finalmente, termino aniquilándote y evideciándote aquí. ¿Curioso, no?

Ah... Me he aburrido. Me aburrí de escribirte, de dedicarte mi odio. Me aburres. Así de simple.

Tanto, que ya no deseo seguir escribiendo estas líneas. Soy un hombre complicado, ¿No? Pero no más que tú querida... Qué feo, ¿No? Tener muchas virtudes, no saber aprovecharlas y tratarte cómo a la misma mierda de caballo. Eso es patético.

Pero en fin... Siempre hay un Game Over para los juegos ¿No?

¿Qué crees?

El tuyo llegó.


GAME OVER.