19 de agosto de 2013

Carta a un ex-amor.


Hola; ¿Cómo estás?

Bueno, siendo sincera, espero que estés muy bien. De verdad. Aunque no me creas; me gustaría saber que eres feliz ahora; que tienes una vida decente; que te desenvuelves con éxito en el mundo, que comes, que duermes, que ríes, que lloras…

Vaya pues, me gustaría saber que tu vida sigue adelante…

Cómo la mía ahora va así.

Hey, Hey, calma, antes de que botes mis palabras… ¿Serías amable de leerme un poco? Solo pido eso, que me leas; es todo.

Verás. Mi vida era un asco después de que tú y yo termináramos nuestra historia. Oh sí, sé que jamás quise aceptarlo, por el simple hecho de que existía el factor Orgullo, miedo y tristeza por el cuál no quise decirte. 

Pero ahora, que las cosas han cambiado un montón; creo que es necesario decirte esto.

Es cierto que lloré infinidad de veces. No lo niego.

También que me sumí en una depresión. Es más, dejé mi helado favorito por tu culpa.

No negaré que hubo una vez; pero una vez en que la fugaz idea del suicidio cruzo por mi alocada cabeza. Pero... Me arrepentí. No era la mejor vía. Y me alegro de ello.

¿Qué más me pasó? Oh es verdad. Tampoco negaré que la vida, la veía con una cruda y cruel realidad que hasta para el más escéptico era horrible.

Un sinfín de cosas me pasaron cuándo tú y yo terminamos nuestra relación denominada noviazgo.

Y entre ellas esta lo que quiero decirte con mis palabras.

Eh conocido a alguien.

¿Asombroso, no?

Bueno, siendo sincera contigo y conmigo, jamás pensé que encontraría a alguien. Creí (bien al estilo de novela o película) que jamás encontraría a alguien que pudiera calmar y sanar mi persona. Pero ¡Oh sorpresa! Llegó. Y fue… increíble.

Es raro describirlo, pero trataré de hacerlo.

Él… Es un completo idiota.

¡Sí! Así cómo lo lees. Es un idiota en toda la extensión de la palabra.

Pero no el idiota que muchos creen. Es… Un idiota lindo.

Es torpe.

Es despistado.

¡Es más inocente que yo!

Es caballeroso...

Es atento…

Es… Todo lo que deseé. De verdad, él es todo lo que eh deseado.

No niego que algunas veces solemos discutir. Y vaya que discutimos. Me hace sentir mal también. Lo hago sentir mal. Lo eh hecho llorar. Y viceversa. Se preocupa mucho por mí. Me preocupo por él. Soy condenadamente celosa con él. Pero no son celos enfermizos (Yo digo que sí, pero él dice que no) Dice que… “son celos tiernos” ¿Puedes creerlo? Creo que jamás llegaste a decir eso… Al contrario.

Pero cómo sea. Quiero hablarte un poco más de él.

Lo conocí… Por azares del Destino, jamás pensé que él y yo terminaríamos así: queriéndonos, protegiéndonos... Al principio solo lo veía cómo alguien ególatra, creído y alzado. Bueno… Lo era, jajá; era misterioso (sigue siéndolo) tenía un temperamento de los mil demonios… Y cuándo lo conocí me dije a misma que sería imposible entablar una relación con él, inclusive una relación de trabajo, social, amistad o lo que fuera… Pero ahora, un año después de conocerlo, de tratarlo a profundidad, de conocer todas sus etapas, sus facetas, sus estados de ánimo, de verlo enojado, triste, molesto, feliz, enamorado…

Eh descubierto que no era lo que creí que era.

Qué es alguien mucho mejor a lo que pensé.

Pasó el tiempo… Y me enamoró.

Sí… Ahora puedo decirlo. Estoy enamorada de él. Pero él no lo sabe… O al menos eso creo yo. Tenemos una relación, pero no le eh dicho esas dos palabras que a ti una vez te dije. ¿Por qué? Bueno… Creo que aún no estoy lista, pero eh de confesar, que estoy a poco de decirlas. No es por compromiso. Es ese sentimiento que te anima a decir Te amo. Cómo yo lo tuve contigo.

¿Sabes? Él y yo tenemos muchas cosas en nuestra contra: La edad, la raza; tiempos, formas de pensar, conceptos distintos de vida; él tiene más experiencia que yo en muchas cosas… Pero aun así lo quiero.
De verdad lo quiero.

Y ahora estoy aquí escribiéndote, no con el fin de restregarte en la cara mi felicidad. No. Eso es lo que menos pensé y a lo mejor tú lo pensaste. Lo siento si así lo viste. Pero lo hago con la finalidad de hacerte saber una cosa.

Soy feliz.

Ahora, verdaderamente soy feliz.


Cuándo tú y yo terminamos nuestra bella relación, mi vida tomó un tinte un tanto gris, que ahora el recordarlo… Me da un poco de vergüenza admitir esa faceta mía un tanto deplorable. Ahora sonrió, veo la vida de una forma distinta; no de la cursi y melosa manera que un enamorado puede verla. No, no. La veo cómo es en realidad. Él me hace ver la vida cómo es en realidad; no en tono rosa, ni gris. Si no, en una amplia gama de colores.

Amé nuestra relación. Y no te reprocho nada; fui muy feliz el tiempo en el que tú y yo fuimos pareja; disfrute a cada momento las cosas tristes y bellas que pasamos.

Es cierto que me dio mucha tristeza el que tú y yo termináramos, pero por algo tuvo que pasar ¿No? Jamás dejaré de quererte.  Pero ahora él forma parte de mi vida, y ahora tiene una gran parte de mi corazón.

Eres y serás un bello recuerdo.

Después de esto, no espero que me hables. Sé que quizás terminarás odiándome por mis palabras.

Pero mi persona necesitaba decirte esto, necesitaba… Despedirme.

Fuiste lo mejor de mi juventud.

La mejor alegría y mi soporte en los peores momentos de mi vida.

Pero ahora, ahora… Alguien más lo es.

Te agradezco por todo y cada una de las cosas que me has brindado.

De verdad. Aunque no lo parezca, doy gracias por haberte conocido.

Pero ahora. Me toca ser feliz.

Y lo seré. Cómo algún día te lo prometí.

Gracias. De verdad, y espero; al igual que yo, puedas ser feliz. Te doy mis mejores deseos y bendiciones, y si la vida nos decide juntar una vez más… Qué así sea.

Adiós; ex-amor mío.

3 de agosto de 2013

Diferentes tipos de amor



El amor es como la vida.

Puede durar un instante y puede ser lo más bello en existir.

La cuestión, es saber si de verdad se ama, o solo es un triste y tonto fanatismo como los que hoy en día se conocen.
Difícil, ¿Verdad?

Hay unos amores que son dignos de recordar. Qué iniciaron un simple "Hola" y hoy… después de varios años de ser novios, y después de varios años de casados siguen diciéndose ese Hola, despertando juntos en la misma cama sonriendo completamente felices.

Hay otros tantos, que; quizás inician de una forma muy extraña, ya se conflictiva, de una forma chusca, espontáneamente, de una amistad, de una duda… de un sinfín de maneras puede surgir u amor, y que se vaya cultivando poco a poco hasta que ellos llegaran a unir sus vidas y emociones en uno solo.

Hay unos que son trágicos. En donde Destino y la Vida deciden darles un poco de tiempo, hacerlos disfrutar, hacerlos gozar lo mejor que puedan, hacerlos sentir vivos para que, en un santiamén, sean muertos en vida. Separándolos por siempre, de una sola manera en la que la vida y destino saben hacerlo: La muerte. Y todavía es peor aún; cuando uno de los dos queda con vida. Culpándose eternamente de la muerte del otro –aun así si tuviera o no la culpa.- Y repitiéndose siempre las misma preguntas "¿Por qué él? ¿Por qué ella? ¿Por qué no a mi?"

Existen otros tantos que sufren, tienen obstáculos, en los cuáles uno de los dos deserta, se cansa de luchar o comienza a dudar. Esos amores no valen la pena y es mejor dejarlos irse. Para perjudicarse menos y seguir con la vida.

Unos más, son aquellos desde la infancia; donde empezaron como buenos amigos, ayudándose mutuamente, riendo, llorando, jugando, buscando problemas, contándose todo… Hasta que ambos caen en cuenta de que estaban profundamente enamorados y no lo sabían.

Algunos son de leyenda: donde ambos sufren mucho, tienen adversidades y al final terminan juntos y felices… A pesar de todo lo que vivieron y pasaron. Pero esos amores… Esos, solo existen en los cuentos de hadas, y si hay en la vida real. Son contadas las parejas con los dedos de la mano.

Unos cuantos –por no decir todos.- son los que confunde el termino "amar" creen que con respirar ya están amando a la otra persona. Qué tan solo de tener unas cuantas cosas en común son almas gemelas, que solo por pensar igual, decir las mismas palabras, están destinados a casarse. Qué solo saliendo un tiempo corto sin saber mucho del otro se dicen "Te amo" como si fuera un respiro elemental del ser humano. Esos "amores" –que no deberían de ser considerados como tales.- no tendrían que existir, por que a causa de ellos, algunos humanos que si se toman el tiempo y el valor de amar de verdad salen lastimados a causa de las falsas ideas que tienen del amor. Estos, solo perjudican, envenenan y te hacen perder el tiempo. Es mejor solo tomarlos como… Algo que nunca existió.


Y al final… Existen esos amores. Si, todos sabemos de cuales estamos hablando. De aquellos que triunfan a pesar de todo. En donde ambos se aman sinceramente se aman, donde ambos desean la felicidad del otro, en donde ambos demuestran sus verdaderas intenciones, sus nobles sentimientos… Pero que no está nada a su favor. Ni la distancia, ni el tiempo, ni la familia, los amigos, la sociedad, la edad, las situaciones a su alrededor e inclusive la iglesia y el gobierno. Pero ellos deciden intentarlo. Deciden arriesgar todo, por que su amor es verdadero y solo quieren una cosa: Ser felices. A pesar de los problemas, adversidades, lo intentan, pero aquí solo hay dos posibles finales.

El primero: En donde ambos logran superar todos los obstáculos y finalmente la vida les da ese pequeño chance de estar juntos; de ser felices y disfrutar de cada momento, hasta que la muerte les separe. Ser felices y demostrarle al mundo entero que, a pesar de todo lo que les hicieron, las trabas, los problemas, dudas, tristezas, ellos están juntos disfrutando de su amor.

El segundo: Ambos siguen su vida… Pero por caminos distintos. Si, lamentablemente fue más fuerte la influencia que la voluntad de ellos. Pero eso no quiere decir que se dejarán de amar. No señor. Quizás pueden seguir sus vidas por caminos separados, pueden estar completamente alejados. Pero aún siguen sintiendo el mismo y profundo amor que sintieron la primera vez. De ahí la frase "El primer amor jamás se olvida" Pueden fingir indiferencia, pueden mostrar sentimientos y emociones que no son de acuerdo a las que realmente tienen, pero siempre… De una u otra forma, estarán al pendiente el uno del otro, velando por su seguridad, por su felicidad, por su bienestar. Sin importar si a ellos no les va bien o se olvidan de si mismos. Si el otro es feliz; con eso es más que suficiente el seguir con vida. Se está bien sabiendo que la otra persona está  a salvo, y tiene una vida tranquila. Le cuidará desde las sombras, de forma anónima y tratará de inmiscuirse en su vida por medio de muchas formas: Recuerdos, palabras, amigos, conexiones, sentimientos, objetos… De todas las forma posibles.

Porqué…

Si esa persona es feliz. También lo es la otra.